"Para escribir solo hacen falta dos cosas: tener algo que decir y decirlo" - Oscar Wilde

viernes, 26 de abril de 2013

La vida pasa y nos vamos volviendo pasas

Me di cuenta que hace bastante tiempo que no escribía por aquí y hoy me siento muy inspirada. Los últimos meses han sido un vaivén de locuras en mi vida. El tiempo ha pasado increíblemente rápido y realmente no puedo creer que ya estemos terminando abril. Pareciera que ayer pasaron muchas cosas.
Creo que por primera vez estoy comprendiendo la complejidad real de lo que es ser un adulto. Tal vez no tenga demasiadas responsabilidades aún (como pagar las cuentas, la colegiatura del colegio de los niños, etc, etc), pero el hecho de tener que pasar más tiempo en la casa de alguna forma toma su peso. 

Hace tiempo que dejé caer a mis papás del pedestal que todo niño los tiene cuando son pequeños. Esa creencia fehaciente de que tu papá y tu mamá son los mejores del mundo. Con el tiempo, nos vamos dando cuenta de que nosotros y nuestros padres somos humanos y cometemos errores. A veces un montón de ellos. Y a veces hay cosas que molestan, que se clavan en tu ser y que no te dejan estar en paz, de tener algo de plenitud, de ser completamente feliz. 

Ayer me pasó eso. Fue un comentario pequeño que sobresaturó mi sistema, la cantidad de cosas negativas que podía acumular en mí, así que tomé mis cosas y salí de mi casa. Me fui a dar un largo paseo por el centro, le hice un favor a una amiga y caminé, caminé. Entré a un par de librerías. Dejé que el aire frío refrescara mi cabeza, mis ideas. Fue como una especie de expiación. Para cuando regresé a mi casa, prácticamente vibraba de felicidad. 

A veces nos sentimos así. Tan tensos y sobresaturados con todo que solo acumulamos y acumulamos cosas negativas en nuestro ser. Y un paseo de un par de horas, un paseo donde solo dedicas tiempo para ti y nadie más, puede ser la cosa más maravillosa que te puede pasar. En ese tipo de momentos, agradezco todo el tiempo libre que estoy teniendo este año, que sin duda, ha sido bastante distinto a lo que estaba acostumbrada. 

No aprovechamos nuestra vida bien. A veces perder algunos minutos "valiosos" de estudio o de trabajo por nuestra salud mental no es algo malo. Reconozco haber abusado de eso el año pasado, y por eso estoy en la situación en la que estoy, pero la asumo lo mejor que puedo. Después de todo, hay que aprovechar estos momentos fugaces que nos da la vida. Dicen que no hay mal que por bien no venga. Tal vez... todo el tiempo por el que rogaba para poder hacer más cosas de recreación para mí fue cedido. 

Soy la primera en creer que todo pasa por algo. Y me encanta seguir siendo la clase de persona que trata de mirar las cosas con optimismo. No voy a negar que tuve mis momentos de bajo ánimo que la negatividad prácticamente zumbaba en mis oídos y en mi cabeza. Sin embargo, siempre estaba esa vocecita allí diciéndome. No, no te rindas. Mira el lado positivo. Mira el lado positivo. 

Hoy estoy increíblemente enamorada de mi vida. Siento que todo está yendo en la dirección precisa en la que tiene que ir. Tengo una hermosa familia, unos fantásticos amigos y me tengo a mí misma.

Un consejo: Nunca desestimen el poder que tienen tus propias palabras sobre ti mismo. Sé lo que quieres ser. Disfruta como quieras disfruta. Sufre lo que quieras sufrir, desahogarse nunca es una mala decisión.

La vida pasa demasiado rápido para detenernos en los momentos negros. Podemos avanzar. Yo sé que se puede. No sé cómo puedo transmitirles todo el proceso mental por el que estoy pasando cada día, pero es algo espectacularmente aterrador. No saber qué clase de humor vas a tener el día de mañana, o cómo será el destino. Aterrador. Pero maravilloso. 

Lo único que sé, es que todo lo estoy sintiendo intensamente. La tristeza, la felicidad. Apasionense por sus emociones. Griten, ríanse, lloren. 

Tic. Tac.

Tic. Tac.

El tiempo corre.