"Para escribir solo hacen falta dos cosas: tener algo que decir y decirlo" - Oscar Wilde

viernes, 10 de julio de 2020

Anxious as fuck.

A veces detesto que mi mente funcione de esta manera. 

Para las personas que piensan que la ansiedad es solo ser impacientes están súper equivocados. No, no reviso compulsivamente los mensajes de las personas porque no puedo esperar sus respuestas. No. Es porque mi mente empieza a pensar:

"¿Habré dicho algo que le molestó?" 

"¿Soy muy insistente, cierto? Seguro ya se aburrió de mí"

"¿Y si no me habla porque alguien le dijo algo malo de mí?" 

Y en estos tiempos de cuarentena, donde no puedo ver a la cara de las personas y ver sus expresiones cuando me hablan no sé si están felices, enojados, no puedo percibir qué es lo que podrían estar sintiendo y yo me siento terriblemente ansiosa, todo el tiempo. 

Lógicamente, sé que las cosas que me estoy imaginando probablemente no son ciertas. Lo sé. Lógicamente hablando. Pero aún así es difícil callar esa parte de mi mente que está dañada y hacerle creer que el problema no soy yo, y tampoco lo es la otra persona. 

No me gusta culpabilizar a las personas de mi pasado por las cosas que siento hoy, pero es inevitable pensarlo a veces. Lo sola que me sentí por mucho tiempo siendo ignorada, siendo desplazada por otras personas que aparentemente eran mucho más divertidas y agradables para pasar el rato que yo. Y finalmente entendí también que posiblemente era por algo así, que estaba en un estado mental tan negativo que posiblemente sí, no querían pasar tiempo conmigo, pero también sé que esa es una actitud tan de mierda. Abandonar a alguien porque te baja el ánimo sin decirle nada. ¿Por qué no puedes ser una persona honesta? Pero también he hecho eso yo, así que, tampoco puedo recriminar ese sentir. 

Al menos trato de creer que yo reconocí mi error y que traté de hacer algo al respecto dentro de mis propios límites de autocuidado de mi propia sanidad mental. 

Me pregunto qué pasará por la mente de las personas constantemente. Creo que si pudiese tener un súper poder sería poder saber qué es lo que piensa la gente de mí realmente, para no hacerme expectativas y para evitar que mi corazón sea dañado. Porque estoy segura que los corazones rotos por amor amistoso son peores que los demás. 

Lo único que sé es que ahora mismo, escribir es mi cable a tierra y también mi desahogo. Y espero no olvidarlo otra vez. 

Hello, I'm back.

Posiblemente este post será una verborrea sin sentido, o quizá con mucho sentido. Hace años que no escribo en este blog porque soy así. Empiezo algo y luego lo olvido por alguna razón, pero escribir es algo que nunca dejo de hacer realmente. Hace años que no escribía tanto como lo he hecho en este último tiempo. Tener una salida a mi imaginación es algo que siempre he necesitado, pero nunca he sido constante para mantener mis proyectos, sobre todos proyectos sobre mí misma. Estoy tratando de mejorar en ese aspecto. 

Sin embargo hoy no vengo a hablar de mis proyectos. Hoy vengo a hablar de mi salud mental. 

¿No les parece que los trastornos de la salud mental son tremendamente mal vistos? Como si fuese algo malo estar enfermo de tu mente, como si fueses un bicho raro. Te juzgan por tener una enfermedad mental, a diferencia de una enfermedad sistémica. Porque una enfermedad que sólo tú ves no es algo real para el resto. 

Cuando empezó la crisis de salud mundial con esta pandemia y todos fuimos enviados a ser recluidos en nuestras casas estaba bien. Llevo manteniendo mi depresión y trastorno de ansiedad bajo control por un buen tiempo ya, pero fui sumamente ilusa al pensar que ya no necesitaba terapia, o que al menos podría estar bien sin terapia por harto tiempo. No. Estas últimas semanas me han demostrado que mi mente siempre necesita un auxilio. Y hoy decidí que cuando era más pequeña escribir sobre las cosas que sentía en el momento que las sentía me ayudaban un poco a modo de terapia. Y sé que esto no reemplaza una terapia real, pero sé que me puede ayudar así que aquí estoy, volcando mis emociones en mis palabras, como solía hacerlo en mi niñez, en mi adolescencia y cuando empecé a estudiar. 

Han pasado tantas cosas en mi vida que difícilmente podría resumirlas en un post, así que, aquí empiezo desde hoy en más, porque no sirve de nada mirar hacia atrás. Y porque aunque las cosas que he vivido me han moldeado como la que soy hoy, mi pasado no me define tampoco.