Hay cosas que nunca te imaginas que van a suceder. A veces piensas que la vida de algún modo, de cierta forma se ha acabado o ha perdido el sentido, pero... simplemente no es así. Solamente las cosas han cambiado y si tú no cambias junto con ellas, las diferencias, las incongruencias que ves terminarán por darte vuelta el mundo.
Algún día de este año (o cuando estaba terminando el anterior), mientras hablaban sobre que supuestamente este año se acaba el mundo, una psíquica dijo que este año no sería el fin del mundo literalmente como lo dice la palabra, sino que sería el fin del mundo como lo conocemos. Supongo que de una u otra forma tiene sentido, porque en una semana pueden pasar muchas cosas. Mi primera semana del año fue así. La segunda fue como la calma después de la tormenta, pero después de esa calma puede pasar cualquier cosa y lo comprobé, porque esta ha sido otra semana de locos y solo es la tercera del año.
Descubrí que si no miro las cosas con un poco más de optimismo, aunque la "tormenta" esté arrasando conmigo, no habrá nadie que me ayude a ver las cosas de otra perspectiva. Estamos rodeados de gente que empuja su opinión hacia ti y tú debes tratar de armarte una propia, pero al final terminas apoyando más una opinión que otra y decides que esa es "tu opinión". Sin embargo, no es así. No es bueno dejarse llevar por lo que opinen los demás, mas la mayoría de las veces lo hacemos, y lo volvemos a hacer una, y otra, y otra, y otra vez.
Uno debería de pensar con esto, "solo mi opinión vale". No es cierto. Una cosa es que uno se forme su propia opinión y otra cosa muy distinta es que estés en la posición correcta. Y ¿qué es lo correcto?.
En clases de ética vimos que por años, muchísimos años, varios filósofos han estado en busca de la verdad. ¿Y saben qué? Nadie la ha encontrado, se supone. Yo creo que sí hay gente que la ha encontrado, solo que no podía decir la verdad que descubrió, porque la descubrió cuando ya no tenía contacto con nuestro mundo. O tal vez la descubrieron mientas agonizaban y podían decírnosla, pero esas personas adquirieron esa sabiduría que les decía que cada uno de nosotros debe descubrirlo por su cuenta y que cada uno tiene una verdad que descubrir, un destino trazado, un sentido de la vida.
Muchas veces me pregunté ¿por qué estoy aquí? ¿cuál es mi propósito en la vida? ¿qué hubo antes de mi nacimiento? ¿qué hay después de mi muerte?. No lo sé. Lo único que sé es que estoy aquí para descubrirlo.