"Para escribir solo hacen falta dos cosas: tener algo que decir y decirlo" - Oscar Wilde

viernes, 20 de enero de 2012

Las vueltas que da la vida

Hay cosas que nunca te imaginas que van a suceder. A veces piensas que la vida de algún modo, de cierta forma se ha acabado o ha perdido el sentido, pero... simplemente no es así. Solamente las cosas han cambiado y si tú no cambias junto con ellas, las diferencias, las incongruencias que ves terminarán por darte vuelta el mundo.

Algún día de este año (o cuando estaba terminando el anterior), mientras hablaban sobre que supuestamente este año se acaba el mundo, una psíquica dijo que este año no sería el fin del mundo literalmente como lo dice la palabra, sino que sería el fin del mundo como lo conocemos. Supongo que de una u otra forma tiene sentido, porque en una semana pueden pasar muchas cosas. Mi primera semana del año fue así. La segunda fue como la calma después de la tormenta, pero después de esa calma puede pasar cualquier cosa y lo comprobé, porque esta ha sido otra semana de locos y solo es la tercera del año.

Descubrí que si no miro las cosas con un poco más de optimismo, aunque la "tormenta" esté arrasando conmigo, no habrá nadie que me ayude a ver las cosas de otra perspectiva. Estamos rodeados de gente que empuja su opinión hacia ti y tú debes tratar de armarte una propia, pero al final terminas apoyando más una opinión que otra y decides que esa es "tu opinión". Sin embargo, no es así. No es bueno dejarse llevar por lo que opinen los demás, mas la mayoría de las veces lo hacemos, y lo volvemos a hacer una, y otra, y otra, y otra vez.

Uno debería de pensar con esto, "solo mi opinión vale". No es cierto. Una cosa es que uno se forme su propia opinión y otra cosa muy distinta es que estés en la posición correcta. Y ¿qué es lo correcto?.

En clases de ética vimos que por años, muchísimos años, varios filósofos han estado en busca de la verdad. ¿Y saben qué? Nadie la ha encontrado, se supone. Yo creo que sí hay gente que la ha encontrado, solo que no podía decir la verdad que descubrió, porque la descubrió cuando ya no tenía contacto con nuestro mundo. O tal vez la descubrieron mientas agonizaban y podían decírnosla, pero esas personas adquirieron esa sabiduría que les decía que cada uno de nosotros debe descubrirlo por su cuenta y que cada uno tiene una verdad que descubrir, un destino trazado, un sentido de la vida.

Muchas veces me pregunté ¿por qué estoy aquí? ¿cuál es mi propósito en la vida? ¿qué hubo antes de mi nacimiento? ¿qué hay después de mi muerte?. No lo sé. Lo único que sé es que estoy aquí para descubrirlo.

miércoles, 4 de enero de 2012

Vocación

Hoy salí a un centro comercial con mi mejor amiga. Hace muchísimo tiempo que no salíamos y disfrutábamos de cosas tan sencillas como hablar de todo y nada, de reírnos de las anécdotas, de todo en general. Creo que me sirvió este día para darme cuenta de muchas cosas. Darme cuenta de que a pesar de que pase el tiempo y que a estas alturas irremediablemente nos alejamos mutuamente seguimos compartiendo esa conexión, que no se rompió durante meses que pasamos sin hablarnos ni vernos.

Sin embargo, eso no fue lo que me llevó a llegar a escribir esto.

Nos metimos a una tienda que vendía música y libros varios. Obvio, ambas fanáticas de la buena lectura nos decantamos por la última opción. Estuvimos como una hora  allí... me sacó de la tienda para ir a buscar lo que teníamos que buscar. Pero fracasamos cuando pasamos al lado de una librería, hasta podía sentir el aroma de las hojas de los libros emergiendo, llamando.

Ninguna pudo resistirse y allí, mientras acariciaba las portadas de los libros, buscando algo interesante. Sentí algo extraño en mí, sentí que algo estaba mal. Pensé seriamente que no podía ser posible que yo estuviese estudiando medicina, después ni siquiera podría leer y escribir continuamente. Pero luego me dije: para eso existen las vacaciones y tampoco soy tan buena escribiendo. Es un hobbie.

Ya cuando iba en la micro, sola, mi corazón calmó mi inquietud. Si realmente no quisiera ayudar a la gente, nunca habría entrado a medicina. Y siempre puedo escribir en mi querido blog cuando me sienta sobrepasada y darme un respiro.


martes, 3 de enero de 2012

Humana

No puedo evitar tener errores. Bueno, sí que podría evitarlos, pero cuando uno toma una decisión no sabe si está errada o no. Yo decidí malgastar mi tiempo de estudio en otras cosas y he aquí las consecuencias, debo repetir un curso.

Sé lo que se siente cuando esperan mucho de ti. Supongo que la presión, el pesar sobre ciertas cosas, los malos recuerdos, las horas de ocio extra se acumularon para pegarme un coscorrón harto duro. Estoy cansada de llorar por los demás. Todos, deberíamos de dejar de esperar algo de los demás, deberíamos dejar de querer desesperadamente las cosas. Esfuércense, pero sean humildes cuando la recompensa llegue. No se confíen, nunca confíen en nadie, ni siquiera en ustedes mismos.

Hace unos días me di cuenta que no podré evitar que las personas que quiero sufran por algunas cosas. Sin embargo, hay cosas que dependen de uno... Hoy, pensé que hay algo profundamente arraigado en mí que debería de soltar, pero me pregunté ¿realmente vale la pena? ¿acaso es necesario romper la burbuja de los secretos para que la gente te pueda comprender al cien por ciento?. Alguien dijo una frase que no sé si encontrarla cierta o no, es algo confusa y da para reflexionar: "Todos tienen secretos. Los llaman así por una razón"

Soy humana. Cometo errores, omito información importante (de algunas me arrepiento, de otras no aún), me dejo estar, daño a la gente y me daño a mí misma. No soy un ser todopoderoso que puede controlar las cosas y siempre he creído que todo pasa por algo, por más dificultoso o doloroso que sea.

Hay gente que probablemente no puedan entender qué es lo que me refiero. Ni mis propios padres podrían entenderlo (aunque los puede sorprender cuánto realmente te conocen tus padres, aunque tu pienses que no es sí). Ni yo sé perfectamente por qué he tomado algunas decisiones, uno no siempre maquina las cosas con doble sentido, con un propósito en particular. No sé siquiera por qué estoy escribiendo esto, solo hay dos personas en este mundo que leen mi blog: una amiga y yo, aunque podría agregar a una tercera... pero ni de eso estoy segura.

A veces pienso que el que escribe la historia de mi vida tiene que tener una cabeza tan retorcida como la mía, porque a veces (bastantes veces) me sorprendo a mí misma. Es como si mi alter ego se saliera de mi cuerpo para escribir las palabras que yo no puedo poner en mi boca.

Por eso escribo, para ver si alguien ahí, puede llegar a comprender algo. A ver si de repente me sale un héroe que venga a rescatar a esta pobre humana estúpida que comete errores... como todos.