"Para escribir solo hacen falta dos cosas: tener algo que decir y decirlo" - Oscar Wilde

jueves, 2 de enero de 2014

¡Bienvenido 2014!

Siempre me han gustado estas fechas por la magia que traen consigo al ambiente. Navidad y Año Nuevo.
Navidad es un tiempo que me agrada mucho pasar en familia, ir creando tradiciones como las de tener siempre una torta con la cual le cantamos cumpleaños feliz a Jesús y luego la comemos como postre de nuestra cena. Este año. Fue el año que menos organizamos para las fiestas. Fueron cosas que pasaron. Casi improvisadas. Creo que lo único que realmente planeé fue cocinar un cheesecake de chocolate. Lo demás, surgió por sí solo. 

Los últimos años, siempre hemos pasado el Año Nuevo con toda la familia. Con mi familia materna y el último año con mi familia paterna. Es entretenido pasar estos tiempos con mucha gente. A pesar de que el 1 de enero es un día más, igual es una fecha que nos da la oportunidad (o excusa, que no debería ser necesaria) de juntarnos y pasarla bien. 

Este año no fue así. Este año no teníamos ningún plan hasta el mismo día 31 de diciembre. Una familia amiga nos invitó para que pasáramos todos juntos el año nuevo, lo que no pasaba hace años. Creo que antes de que empezáramos a pasar el Año Nuevo de forma masivamente familiar, siempre lo pasábamos con ellos. Tres familias amigas que se conocieron hace más de 10 años ya. Fue hermoso ver cómo ha pasado el tiempo. Éramos todos tan pequeños cuando nos conocimos y ahora la mayoría de nosotros está en la universidad o entrando. Y pensar que estábamos todos en enseñanza básica cuando nos conocimos... 

El tiempo pasa tan increíblemente rápido... 

2013. Oh, 2013. Fuiste por lejos el mejor año de mi vida hasta ahora. Al menos de los que yo tengo conciencia. Soy una joven caminando hacia la adultez, agradecida por todos los momentos que he tenido para madurar, para reflexionar. El año podría haber sido muy difícil si yo no lo hubiese tomado como lo tomé desde el principio. Asumí las cosas de las que tenía que responsabilizarme y partí desde allí. Me gusta pensar que he tomado buenas decisiones o que al menos Dios me ha guiado inconscientemente a lo que es mejor para mí. Siempre he sido de las personas que piensas que todo, absolutamente todo, pasa por algo. Algunos piensan que somos nosotros quienes van diseñando lo que va pasando en nuestras vidas y creo que tienen razón por una parte, pero también sé, tengo la certeza de que hay algo más grande que dirige nuestros pasos... tal vez no en las decisiones que tomamos, pero sí en lo que estamos destinados a encontrar. No creo que sean solo nuestras decisiones porque en algún momento de nuestras vidas nosotros no teníamos la capacidad de tomarlas... cuando éramos bebés nuestros padres decidían por nosotros, hasta por lo más mínimo, por lo que ellos creían que era correcto para nuestra crianza. Hoy, al menos de la forma en la que he sido criada, ellos todavía tienen mucho que ver en mis decisiones. Estoy en vías de ser independiente, pero aún vivo bajo su alero, por lo que siempre es importante que mis decisiones vayan de acuerdo a eso... y ni siquiera es porque me sienta obligada a hacerlo, sino que... así es como se siente correcto. Es lo que se siente bien. 

Creo que este año que pasó tuve la oportunidad de conocer a muchas personas que probablemente nunca en mi vida habría conocido si no hubiese reprobado Neuroanatomía. Creo que fue muy bueno para mí, porque de cierta forma le dio perspectivas a mi vida. Me di cuenta de que puedo ser yo misma y puedo hacer las cosas que yo quiero a la par con mis deberes y sé que amo hacia donde me dirigen mis deberes. Sé que amo estar estudiando medicina, y aunque sea una carrera con muchos sacrificios, sé que puedo hacerlo y que también puedo hacer las cosas que me gustan fuera de ella. 

Me queda un largo camino por recorrer aún. Y sé que el tiempo se pasará volando.

Por ahora, ¡bienvenido 2014! 

No te tengo fe. Estoy segura, de que a pesar las dificultades, serás un año excelente. Será excelente porque así quiero que sea.