Hace un año atrás, mientras escribía reflexiones varias sobre el año nuevo, yo realmente no tenía grandes expectativas más que las típicas "ojalá que el año sea bueno, ojalá que sea mejor que el anterior". Jamás me imaginé que el 2012 me traería tanto.
Este año ha sido distinto por varias razones. ¡El año del fin del mundo! (El 3er fin del mundo desde que nací, si no me equivoco) Lo que claramente no sucedió. El primer año sin contar con cierta gente en nuestras vidas. El año de epifanías. De crear lazos. De descubrir cómo ser feliz.
Creo que, lejos, este ha sido el mejor año de mi vida hasta ahora. Y en este momento, en esta entrada, quiero agradecer por este año.
Llevaba mucho tiempo dando tumbos por la vida; intentando encontrar un lugar en la vida, intentando ser parte de algo, intentando de dejar de sentirme sola cuando estuviese rodeada de gente. Simplemente intentando...
Este año lo logré.
No sé cómo explicar esa sensación de dicha de decir: "Está todo bien. Me siento totalmente satisfecha de mi vida en este momento". No puedo decir que todo es perfecto, porque no hay nada perfecto en esta vida. Pero me siento plena. Me siento pletórica. Es como que al fin cada pieza del puzzle que llevo años armando, encajaron perfectamente.
Las cosas están en su lugar y todo va avanzando con tranquilidad. Estoy preparada para recibir el futuro como llegue.
No estoy diciendo que por tener esta sensación ahora, no vaya a tener sobresaltos en los próximos años. Pero sí puedo decir que en este justo momento soy feliz: tengo una familia que amo, grandes amigos a los que adoro y aprecio mucho, me siento bien conmigo misma y cada día descubro más pequeños detalles de la vida para sonreír.
Este ha sido el año de las revelaciones para mí: me di cuenta que me encanta Taylor Swift, que adoro sus canciones y que incluso me siento muy identificada con una de ellas. Me di cuenta de que conozco personas por las que vale la pena luchar y personas por las que no. Me fijé que puedo comportarme como una estúpida a veces, así que debo solucionarlo. Y comprobé de primera mano una de mis frases favoritas, que no hacen falta grandes cosas para encontrar la felicidad, que los detalles hacen el cambio también. Descubrí que puedes conocer en la calle o en la micro, o en cualquier lugar, a la persona que te hará cambiar el chip y que mediante una pequeña acción, podrá desencadenar una gran epifanía.
Agradezco a este año por traerme todas esas cosas. Por conocer a gente que hace que me tome las cosas más a la ligera. Por traerme a gente que se sintió feliz por verme a mí feliz. Por traer esas buenas energías en mi dirección.
Gracias por las experiencias y las vivencias. Por el amor, por el cariño. Por mis amistades (las antiguas y las nuevas). Gracias por mi familia.
2012. Fuiste claramente mejor que el anterior. Y fuiste más que bueno.
Gracias por eso.