"Para escribir solo hacen falta dos cosas: tener algo que decir y decirlo" - Oscar Wilde

domingo, 30 de diciembre de 2012

Gracias 2012

Hace un año atrás, mientras escribía reflexiones varias sobre el año nuevo, yo realmente no tenía grandes expectativas más que las típicas "ojalá que el año sea bueno, ojalá que sea mejor que el anterior". Jamás me imaginé que el 2012 me traería tanto. 

Este año ha sido distinto por varias razones. ¡El año del fin del mundo! (El 3er fin del mundo desde que nací, si no me equivoco) Lo que claramente no sucedió. El primer año sin contar con cierta gente en nuestras vidas. El año de epifanías. De crear lazos. De descubrir cómo ser feliz. 

Creo que, lejos, este ha sido el mejor año de mi vida hasta ahora. Y en este momento, en esta entrada, quiero agradecer por este año.

Llevaba mucho tiempo dando tumbos por la vida; intentando encontrar un lugar en la vida, intentando ser parte de algo, intentando de dejar de sentirme sola cuando estuviese rodeada de gente. Simplemente intentando...

Este año lo logré.

No sé cómo explicar esa sensación de dicha de decir: "Está todo bien. Me siento totalmente satisfecha de mi vida en este momento". No puedo decir que todo es perfecto, porque no hay nada perfecto en esta vida. Pero me siento plena. Me siento pletórica. Es como que al fin cada pieza del puzzle que llevo años armando, encajaron perfectamente. 

Las cosas están en su lugar y todo va avanzando con tranquilidad. Estoy preparada para recibir el futuro como llegue.

No estoy diciendo que por tener esta sensación ahora, no vaya a tener sobresaltos en los próximos años. Pero sí puedo decir que en este justo momento soy feliz: tengo una familia que amo, grandes amigos a los que adoro y aprecio mucho, me siento bien conmigo misma y cada día descubro más pequeños detalles de la vida para sonreír. 

Este ha sido el año de las revelaciones para mí: me di cuenta que me encanta Taylor Swift, que adoro sus canciones y que incluso me siento muy identificada con una de ellas. Me di cuenta de que conozco personas por las que vale la pena luchar y personas por las que no. Me fijé que puedo comportarme como una estúpida a veces, así que debo solucionarlo. Y comprobé de primera mano una de mis frases favoritas, que no hacen falta grandes cosas para encontrar la felicidad, que los detalles hacen el cambio también. Descubrí que puedes conocer en la calle o en la micro, o en cualquier lugar, a la persona que te hará cambiar el chip y que mediante una pequeña acción, podrá desencadenar una gran epifanía.

Agradezco a este año por traerme todas esas cosas. Por conocer a gente que hace que me tome las cosas más a la ligera. Por traerme a gente que se sintió feliz por verme a mí feliz. Por traer esas buenas energías en mi dirección.

Gracias por las experiencias y las vivencias. Por el amor, por el cariño. Por mis amistades (las antiguas y las nuevas). Gracias por mi familia. 

2012. Fuiste claramente mejor que el anterior. Y fuiste más que bueno.

Gracias por eso.

martes, 11 de diciembre de 2012

Caminos entrelazados, caminos separados


Es… bastante chocante darse cuenta de algunas cosas.

Darte cuenta de que cosas que parecían importantes uniéndote a ti y a otro cercano, ya no sean tan importantes para esa persona… entonces quedas con un vacío. Como con una desilusión.

Es triste. A pesar de que me lo esperaba.

Entonces me di cuenta de que va a haber algún momento en que nuestros destinos inevitablemente se van a separar, aunque me gusta pensar que no es así. Que en un futuro lejano lograré volver a ver a esa persona que siento que cada vez se aleja más de mí.

Y duele un poco.

Supongo que esto es lo que sucede cuando te das cuenta que todo lo que tú crees que tenías tan asegurado, en realidad no lo estaba. Que jamás fue el puerto seguro en el cual desembarcar.

Yo creía que podrías ser mi puerto seguro. De verdad lo creía y ahora estoy en nada.

No me deprime saber esto (no tanto), creo que puedo avanzar y que puedo hacer las cosas bien para mí dependiendo de las señales que vaya captando de este malicioso camino curvilíneo.

No podría estar triste, porque aún están esas personas constantes en mi vida. Las que me hacen promesas de larga duración, esas que dicen "estaré allí para cuando sea que lo necesites". A veces quisiera que las mismas personas a las que yo quiero sostener, sean las que me sostengan. Las que sean ese "colchón amortiguante" cuando caiga. Pero no es así. 

Sé que tengo mis colchones donde caer, las grúas que me levantarán, los hombros que se me prestarán para derramar lágrimas y luego los pañuelos que harán algo por secármelas, luego los payasos que me harán sonreír otra vez. Y esa certeza de que cada persona que yo conozca va aportar felicidad en mi camino, porque de cada persona puedo aprender. Aunque no lo demuestre mucho, me encanta aprender cada día.

El futuro está allá tan lejano. Lo único que me queda es aprovechar cada segundo como si fuera el último. Nada más.

Disfrutar cada segundo con cada persona con la que me toque compartir un pedazo de mi vida.

El mundo puede detenerse un segundo ahora.

El futuro puede esperar.

miércoles, 5 de diciembre de 2012

One for another: carta de una amiga, para otra amiga.


     No recuerdo el día que nos conocimos. Tal vez fue gracias a la Sofi que era demasiado sociable y siempre me incluía en las conversaciones con el resto del mundo, es lo más probable. Ahora pienso que debería estarle más agradecida. Recuerdo que antes eras bastante cercana a ella, y de pronto ya no, pero ese año, el 2008, empezamos a ser más cercanas. ¿Por qué entonces y no antes? Supongo que era así como tenía que ser, porque todas las cosas pasan por algo.

¿Recuerdas el 11 de octubre? Probablemente yo soy la única que recuerda la fecha exacta porque fue el cumpleaños de mi mamá ese día y también fue el día en que nació oficialmente esta asombrosa amistad. Ni siquiera hablamos tanto ese día, hablé más con otras personas y me encapriché con quien tú sabes, mientras todos se emborrachaban y se dibujaban picos en la cara. Fue el día que Gibran me bautizó como “ojitus lindus”, creo que recién está superando el hecho de que mis ojos verdes eran falsos…

Recuerdo que ese había sido un año bastante emocional para mí, tú estuviste ahí para mí cuando se quebraron las cosas. Y en ese retiro de confirmación me consolaste cuando yo lloré terriblemente porque había perdido algunas amigas, pero encontré otras ¿no? Aunque debo decir que en ese entonces tú eras prácticamente la única amiga que tenía. Intenté hacerme más cercana al resto más por ti que por mí, porque eran tus amigas y si yo iba a pasar más tiempo con ustedes tenía que sentirme cómoda… y no fue malo, encontré muy buenas amigas. Gracias por eso.

Nos hicimos buenas amigas increíblemente rápido. Pero no nos hicimos las mejores amigas –casi hermanas- hasta que salimos del colegio. Ese año que decidí hacer preu y tú entraste a la Inacap. Cuando empezamos a descubrir todas las similitudes que teníamos. Las similitudes que tenía nuestra familia completa. Cuando te preparaba sorpresas y llegaba tres horas antes que tú para recibirte cuando llegases agotada de tu día universitario. Cuando me contaste lo de tu hermana, esa hermana cuyo segundo nombre es exactamente el mío.

La vida es misteriosa. Quiero desentrañar todas estas cosas que nos llevaron a lo que somos hoy y te extraño más que nunca ahora que estás tan ocupada que apenas puedes respirar. Pero estaré esperando aquí cuando tengas tiempo. Y sé que cuando sea yo la que no tenga tiempo para respirar estarás esperando por mí.

Una vez te dije que yo sería el colchón que amortiguase tu caída. Lo sigo siendo, no lo olvides nunca. Yo soy la loca psicópata que andará detrás de ti para agarrarte cuando vayas a caer, la grúa que te levantará, la compañera que estará a tu lado chillando por tus éxitos.

Tal vez la gente crea que estoy loca por lo que pienso, pero de verdad siento que nuestra amistad es superior. No es normal. Las dos somos increíblemente anormales. Pero amo cada segundo de ella. Soy parte del inventario de tu familia. Y si tú quieres puedes lograr ser el inventario de la mía. Sé que es difícil, y también sé que te he reprochado el poco tiempo que me has dedicado y probablemente cuando vea que tienes tiempo y aún así me sigues ignorando entonces iré a patear tu culo y haré que me prestes atención, no puedes abandonarme ¿oíste? Yo no te abandonaré nunca.

Nos debemos muchas cosas: nuestra salida de chicas, nuestro departamento de solteras, las futuras salidas a bares, las vacaciones, el mochileo que todavía no es, etcétera, etcétera, etcétera.
Feliz cumpleaños número veintiuno, amiga. La vida recién empieza. Tenemos todo el tiempo del mundo por delante. Para que yo patee tu culo y para que tú patees el mío. Para que me veas enamorarme (yo ya te he visto en eso), para que lo apruebes o desapruebes (sabes que yo también lo hago contigo, patearé todos los traseros masculinos que te hagan sufrir), para que veas a mis futuros hijos y yo vea los tuyos.

Nos tenemos la una a la otra.

Te quiero.