"Para escribir solo hacen falta dos cosas: tener algo que decir y decirlo" - Oscar Wilde

viernes, 26 de junio de 2009

Planes

A mí y a mi hermana nos queda todo un fin de semana ''solas'' en casa. Y algo tenemos que hacer, ¿o no?. Bueno, completamente solas no vamos a estar. Vendrá una tía a hacernos compañía, pero eso no quita mis ganas de ver a alguien. De hablar esas cosas pendientes... El problema es que todo el plan ridículo que se me ocurrió se ve absolutamente truncado si esa persona no se aparece por el messenger y no puedo hablarle así que... chán. Hasta aquí no más llegaron mis planes.. al menos, puedo invitarla hasta las 13 hrs de mañana así que tengo ese plazo para cometer una locura, oh sí. 
De verdad necesito sacarme estas palabras de aquí YA. Así que, Diosito, ¡ayúdame!.
¡Que se conecte, que se conecte, que se conecte!

jueves, 25 de junio de 2009

Y volvemos a la estupidez

Quiero llorar, quiero llorar, quiero llorar.
Esto es tan idiota. Estoy demasiado cansada de portar mi estúpida máscara. De verdad. ¡Quiero gritar!. ¿Por qué tienen que suceder tantas cosas? Si yo no quiero que sigan pasando cosas.
Yo y mis torpes dedos, yo y mi gran bocota. 
¿Por qué simplemente no me callo?. Oh, claro, como me preguntan yo respondo.
El problema es que esta situación me duele más de lo que debería. 
Tonta, tonta, tonta.
Simplemente, cállate.

miércoles, 24 de junio de 2009

¡Oh, Dios!

De verdad le llegaste al corazón.
Mientras deliraba, un día de éstos, llamé a cierta persona para decirle cuánto la quería. Y después me arrepentí, porque yo lloraba y era una penosa. De verdad después de esa llamada me sentí una penosa... pero ahora recibo una llamada y lo que hice de verdad le llegó. Ahora, me siento absolutamente rara. No sé que voy a hacer en el momento de verla a la cara, porque, por supuesto, estoy con licencia y no la he visto todos estos días. Así que creo que me espera una conversación llegando al colegio ya recuperada de esta idiota gripe.
Pero aún así no sé qué voy a hacer. 
¿Esto es lo correcto?. ¿No se supone que no iba a dar mi brazo a torcer y que aunque me doliera hasta ahí iban a quedar las cosas?. ¿No se supone que no iba llorar frente a ella?.
Já. Una dice muchas cosas y Dios nos tiene preparadas otras.
Este es el camino que elegí seguir. No me queda más que enfrentarlo. ¿Y qué tanto?. De todas formas puedo ser feliz. ¿O no?.
¡Oh, my god!.

martes, 23 de junio de 2009

Te extraño

Es ovbio que esté va dedica a ti, mi mejor amiga.
No es la primera vez y seguramente ni te enteras de mis capítulos dedicados a ti en este espacio, pero al menos yo cumplo con hacerlo. 
La verdad es que el título lo dice todo, porque te extraño y más.
Añoro todos esos momentos de nuestra pre-adolescencia (esa que llaman pubertad), cuando íbamos juntas al colegio y estábamos desde las ocho de la mañana hasta las cuatro de la tarde todo el día juntas, inseparables. Excepto esos extraños días que una de las dos se enfermaba y por supuesto siempre te llamaba para saber qué te había pasado. Tu colón te impedía levantarte, casi lo adivinaba las veces que faltaste, porque tú nunca faltabas. Pero no importaba si una faltaba siempre hablábamos por teléfono después del colegio y siempre nos retaban por hablar demás.
Añoro mucho más esos días en que vivíamos en la casa de la otra. Cuando simulé ser la matrona de un embarazo para nada consentido por ti, donde tu vientre era un globo y unos minutos después de laborioso trabajo nació una muñeca a la cual le puse el nombre de Javiera, era tu hija con tú sabes quién y yo era la madrina. Éramos absolutamente felices y ridículas. Vivíamos en nuestro mundo color de rosa.
Recuerdo especialmente un día que estaba lloviendo y yo llegué a tu casa con mi súper abrigo de matrix. Feliz cumpleaños. Sí, creo que fue el mejor cumpleaños de ambas. Te regalé un chocolate. Sanhe Nuss.. son casi tus favoritos.
Recuerdo un fin de semana lluvioso en que estuvimos muchos días en pijama en tu casa y nos levantamos para ir a comprar papas fritas, cuyo local ahora está cerrado. 
Han pasado tantas cosas... Ha pasado tanto tiempo... 
Más personas en nuestras vidas, más responsabilidades sobre nuestras espaldas... 
Sin embargo, aquí estamos dando la batalla, por seguir siendo las mejores amigas.
Te quiero, idiota.

miércoles, 10 de junio de 2009

Máscara

Después de varios días de sentirme relativamente 'feliz', al menos satisfecha con las cosas hechas. Descubrí que lo mío era simple y pura apariencia. De repente las cosas ya parecían no resultarme, me sentí estresada, triste, desanimada, con pocas ganas de hacer algo... De todas formas, recuperada de mi 'enfermedad' regresé a mis quehaceres como si nada hubiese pasado... como si por mi mente jamás hubiesen pasado tristes pensamientos, como si no hubiese sentido nada...
Pero hoy no es así. Ya sabía que me dolía el estómago a causa de una emoción indecifrable. Sé que duele. Es angustiosa. Oprime mi corazón con fuerza. Lo comprobé, mientras miré la causa de mi desequilibrio: mi pérdida emocional, la pérdida de una amiga. 
Con el corazón oprimido, con un nudo en la garganta y el ardor de mis ojos a punto de estallar. Me encojí en mi puesto, recostando mi cabeza sobre mis brazos, presa del dolor. Respiré profundo y mientras intentaba con todas mis fuerzas no llorar retomé el cuaderno y el lápiz para terminar de hacer los ejercicios de matemáticas con el fin de estudiar para la prueba que había después de almuerzo. ¿Por qué me tenía que sentir así antes de una prueba?. 
La profesora nos envió a almorzar y cuando creí que no podría soportar más, se acercó mi compañera de puesto, otra gran amiga: ¿Almorcemos?. 
Respondí que iría a buscar mi almuerzo con voz normal, tranquila.
De nuevo comenzó a actuar la máscara.